La privacidad se trata de proteger tus derechos, tus decisiones y tu futuro.

Quienes valoran la privacidad son vistos como reservados, incluso criminales, mientras que la vigilancia se nos presenta como una herramienta de seguridad y transparencia. Esta mentalidad solo beneficia a quienes se lucran con nuestros datos.

By Naomi Brockwell, Fundadora y Directora del Ludlow Institute; Fundadora y Directora de NBTV.

Desafiando al mito

“No tengo nada que ocultar”.
Es una frase que todos hemos escuchado, e incluso quizás dicho, cuando se habla de privacidad. Pero revela una peligrosa incomprensión sobre qué es la privacidad y por qué es importante.

La privacidad no se trata de ocultar, sino de control. Se trata de tener la libertad de decidir quién accede a tus datos y cómo se utilizan. Durante la última década, esa libertad se ha erosionado. Hoy en día, gobiernos, corporaciones y hackers recopilan y explotan rutinariamente nuestra información personal, a menudo sin nuestro consentimiento.

Peor aún, la narrativa en torno a la privacidad ha cambiado. Quienes la valoran son vistos como reservados, incluso criminales, mientras que la vigilancia se nos presenta como una herramienta de seguridad y transparencia. Esta mentalidad solo beneficia a quienes se lucran con nuestros datos.

Es hora de contraatacar. Aquí tienes 10 argumentos que puedes usar la próxima vez que alguien diga: “No tengo nada que ocultar”.

1.- La privacidad es cuestión de consentimiento, no de secretismo

La privacidad no se trata de ocultar secretos, sino de tener control sobre tu información. Es la capacidad de decidir quién tiene acceso a tus datos.

No tenemos que compartir toda nuestra información personal solo porque nos la soliciten. Herramientas como alias de correo electrónico, números de VoIP y tarjetas de crédito enmascaradas nos permiten proteger nuestros datos mientras seguimos usando servicios en línea. Empresas centradas en la privacidad como ProtonMail o Signal respetan este principio, brindándote mayor control sobre tu información.

2.- Nada que esconder, todo para proteger

Aunque creas que no tienes nada que ocultar, lo tienes todo que proteger. Compartir demasiados datos te hace vulnerable a hackers, estafadores y actores maliciosos.

Por ejemplo:

Los hackers pueden usar datos personales como tu domicilio o historial de compras para cometer fraudes o incluso localizarte.

Los intermediarios de datos pueden manipularte con contenido específico e incluso influir en tus ideas políticas, como se vio en el escándalo de Cambridge Analytica.

Proteger tus datos implica protegerte de estas amenazas y proteger tu autonomía.

3.- Tus datos son para siempre

Los datos que se recopilan sobre ti hoy seguirán existiendo dentro de décadas. Los gobiernos cambian, las leyes evolucionan, y lo que ahora es inofensivo podría usarse en tu contra o en la de tus hijos en el futuro.

La infraestructura de vigilancia rara vez desaparece una vez construida. Limitar los datos que se recopilan sobre usted ahora es esencial para protegerse de riesgos desconocidos en el futuro.

4.- No se trata solo de ti

La privacidad no es solo un asunto personal, sino también la protección de los demás. Activistas, periodistas y denunciantes dependen de la privacidad para realizar su trabajo de forma segura. Al ignorarla, se ignora a quienes la necesitan.

Por ejemplo, el software espía Pegasus se ha utilizado para rastrear y silenciar a periodistas y activistas. Deberíamos apoyar las herramientas de privacidad, apoyar el ecosistema de privacidad y garantizar la protección de quienes contribuyen a la libertad y la seguridad de nuestra sociedad, independientemente de si sentimos que necesitamos privacidad o no.

5.- La vigilancia no solo es para los criminales

La afirmación de que la vigilancia solo sirve para atrapar a los malos es un mito. Una vez implementadas, las herramientas de vigilancia casi siempre se expanden más allá de su propósito original.

La historia ha demostrado cómo los gobiernos utilizan la vigilancia para atacar a disidentes, minorías y cualquiera que desafíe el statu quo. La privacidad no es solo para delincuentes: es una protección contra el abuso de poder.

6.- Tus preferencias ponen a otros en riesgo

Al ignorar la privacidad, no solo te expones a ti mismo, sino también a quienes te rodean.

Por ejemplo:

Usar aplicaciones que acceden a tu lista de contactos puede filtrar los números de teléfono y las direcciones de tus amigos y familiares sin su consentimiento.

Insistir en usar herramientas de comunicación no privadas puede exponer conversaciones sensibles a vigilancia o filtraciones de datos.

Subir tus fotos a una nube no privada como Google Drive permite identificar a las personas que aparecen en tus fotos mediante reconocimiento facial y crear perfiles basados ​​en la información que la IA de Google detecta en tus fotos.

Respetar la privacidad no se trata solo de protegerte a ti mismo, sino también de respetar los límites de la privacidad de los demás.

7.- La privacidad no está acabada

Al ignorar la privacidad, no solo te expones a ti mismo, sino también a quienes te rodean.

Por ejemplo:

Usar aplicaciones que acceden a tu lista de contactos puede filtrar los números de teléfono y las direcciones de tus amigos y familiares sin su consentimiento.

Insistir en usar herramientas de comunicación no privadas puede exponer conversaciones sensibles a vigilancia o filtraciones de datos.

Subir tus fotos a una nube no privada como Google Drive permite identificar a las personas que aparecen en tus fotos mediante reconocimiento facial y crear perfiles basados ​​en la información que la IA de Google detecta en tus fotos.

Respetar la privacidad no se trata solo de protegerte a ti mismo, sino también de respetar los límites de la privacidad de los demás.

8.- Tus datos pueden ser usados como "armas de fuego"

Basta con que alguien deshonesto (como un empleado, un exsocio o un hacker) use tus datos en tu contra. Desde el hackeo por venganza hasta el robo de identidad, las consecuencias de compartir demasiado tus datos, son reales y peligrosas.

Limita la cantidad de datos que recopilan sobre ti, puedes reducir tu vulnerabilidad y dificultar que otros exploten tu información.

9.- La vigilancia frena la creatividad y la disidencia

La vigilancia no solo invade tu privacidad, sino que también afecta tu forma de pensar y actuar. Estudios demuestran que las personas se autocensuran cuando saben que están siendo vigiladas.

Este "efecto inhibidor" frena la creatividad, la innovación y la disidencia. Sin privacidad, perdemos la capacidad de pensar libremente, explorar ideas controvertidas y oponernos a la autoridad.

10.- Tus preferencias transmiten una señal

Cada decisión que tomas sobre la tecnología transmite un mensaje. Elegir entre empresas de servicios centradas en la privacidad le dice al mercado: "Esto importa". Fomenta la innovación y genera demanda de herramientas que protejan la libertad individual.

Por el contrario, apoyar a las empresas de recolección de datos refuerza el statu quo y expulsa del mercado las alternativas centradas en la privacidad. Cuando las personas dicen "No tengo nada que ocultar" en lugar de aprovechar las herramientas de privacidad que les rodean, ignoran el papel que todos desempeñamos en la construcción del futuro de la sociedad.

Conclusiones: ¿Por qué la privacidad es importante?

  • La privacidad se trata de consentimiento, no de secreto. Es tu derecho controlar quién accede a tus datos.
  • Tienes todo que proteger. Las filtraciones de datos y las estafas son amenazas reales.
  • Los datos son para siempre. Lo que se recopila hoy podría perjudicarte mañana.
  • La privacidad protege a los demás. Periodistas y activistas dependen de ella para realizar su trabajo de forma segura.
  • Las herramientas de vigilancia se expanden. Rara vez se limitan a perseguir a los delincuentes.
  • Tus decisiones importan. Las herramientas de privacidad transmiten un mensaje al mercado e inspiran el cambio.
  • La privacidad no ha muerto. Tenemos herramientas para protegernos; usarlas depende de nosotros.

Una pelea que no podemos perder

La privacidad no se trata de ocultamiento, sino de proteger tus derechos, tus decisiones y tu futuro. La vigilancia es un arma que puede silenciar la oposición, suprimir la individualidad e imponer la conformidad. Sin privacidad, perdemos la libertad de disentir, innovar y vivir sin miedo.

La próxima vez que alguien diga: "No tengo nada que ocultar", recuérdale: la privacidad es normal. Es necesaria. Y es una lucha que no podemos permitirnos perder.

NBTV es una plataforma educativa sin fines de lucro que enseña a las personas a recuperar el control de sus vidas en la era digital. Les brinda las herramientas necesarias para recuperar tu privacidad, tu dinero y tu libre expresión en línea.

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